Encontramos una vivienda del año 1940 que apenas había sido intervenida desde entonces. La construcción contaba con un encanto inherente y señas de identidad genuinas y propias de la vivienda unifamiliar en la ciudad a lo largo de la historia.
Se planteó una intervención poco invasiva, respetando y poniendo en valor las peculiaridades y los detalles del diseño original, así como la estructura de uso de la misma.